
El Club de amigos de Boric
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Carl Schmitt nos dice en su obra magistral el Nomos de la Tierra publicado en 1943, que la toma de la tierra es un hecho jurídico histórico, lo que significa que primeramente se reconoce como gran acontecimiento verídico e irrefutable, y en segundo término precede a la distinción del derecho público y privado, el cual impera desde una perspectiva tanto hacia adentro como hacia afuera del territorio, en nuestros dias, del concepto de país con sus limites geográficos, constituído por una serie de acuerdos, tratados internacionales y convenciones con base jurídica reconocida por todos.
Agregaba también este exiguo politólogo alemán y precursor de la Ciencia Política moderna, que en la configuración que le tocó vivir en el período entre guerras, que habia cambiado el concepto de protección y obediencia al ejercer esa soberania territorial en la zona delimitada de manera física y con tanta fuerza tambien de manera psicológica. Es ese espacio al que Heidegger llamó el Dasein cuando se refería en un sentido de Ser ahi, que encontramos en la obra magistral de Ser y Tiempo que se interpenetra de su situación espacial y se arraiga en sus costumbres, con la vida como una articulación de posibilidades concatenadas tanto en su aspecto intransitivo (estar en la vida) como en el transitivo (ligada a objetivos que cada uno persigue). De todo ello el ser humano establece el sentido de pertenencia, por eso que bien decía este intelectual, se “es” en el presente, pero involucra inexorablemente una dimensión filosófica de inmutabilidad, con el ser siempre así, por un “haber sido”, y asi se continúa ejerciendo esa soberania profunda, tanto en lo externo como en el interior de cada individuo.
Hoy parece que estos elementos son para los filósofos y no para los tomadores de decisiones, algo equivocado por cierto, con la definición preferida por excelencia a mi entender de lo que es la politica, como la filosofía aplicada; por eso es tan importante ir a los principios y fines que nos definen como ser humano, con nuestra cosmovisión, como guía para lo mundano.
Para los corazones adormecidos y asustadizos puede sonar a cuestiones propias de belicosos, recordar el luchar por cuestiones como la nación, la tradición y la herencia de la patria en el mundo actual, ese en el que no se valora el mérito y se cercena la memoria histórica a manos del neomarxismo “sin fronteras” campante en nuestros dias, que cabalga como errante jinete apocalíptico, de pensamientos nihilistas que prescinde de estos arraigos en la tierra, despreciando el sacrificio de antepasados valientes que dieron su vida por defender lo que consideraban propio y parte fundamental de su integridad. Esta verdadera enfermedad también está presente en Chile, y tiene a sus representantes en gran masa acudiendo al gobierno de una nación a sus ojos, patriarcal, heteronormativa y abusadora llena de privilegios, pero no trepida en zarpar las arcas fiscales.
Como es su actuar, en todo los intersticios donde se presentan, incluyendo el ámbito diplomático, pareciera que ven la representación en el exterior como una oportunidad para ir a pasear, en vez de realizar un trabajo serio que fomente el intercambio entre naciones democráticas que respetan el derecho internacional y comparten una voluntad de dinamizar las relaciones bilaterales, pero la representación que tenemos solo deja una estela de lamentable actitud infantil y sin resultados importantes para nuestro país. Esto tuvo un acelerado deterioro en el gobierno socio-comunista Boric, aunque a decir verdad nuestro país no se ha caracterizado por tener una sólida tradición diplomática, que se ha visto reflejada en la laxa defensa de los últimos años a cuestiones limítrofes con nuestro vecinos bolivianos, peruanos y más reciente, con Argentina.
El presidente que dice “habitar” el cargo lo vemos más preocupado de defender a Ucrania y su soberanía, haciendo declaraciones faltas de inteligencia y de conocimiento politológico al referirse al presidente ruso Vladimir Putin como un aliado de la ultra derecha europea, siendo que el mandatario ruso durante la Conferencia Parlamentaria Internacional Rusia-América Latina celebrada en octubre de 2023 declaraba “el continente dio al mundo luchadores abnegados por la justicia y la igualdad social como Salvador Allende, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro”. Tuvo que salir su socio de coalición, el Partido Comunista chileno, a subrayarle que en el esfuerzo en la lucha por el anti imperialismo estadounidense se esperaba que se alinee y dirija mejor las criticas hacia las que ellos consideran “democracias debiles” como la peruana y ecuatoriana, aunque sabemos que ese calificativo es solo porque son más cercanas a ideas de derecha.
Si al presidente le falta tiempo para desaguisados, no hay problema en que continúen los miembros del gabinete. Recordarán el nombramiento de Antonia Urrejola como Ministra de Relaciones Exteriores, una militante del partido socialista, sin experiencia en esta materia, pero que gracias a haber estado en la Corte internacional de derechos humano, cargo político prescindible de méritos profesionales, le pareció suficiente al gobierno nombrarla como secretaria de RREE. Sacada de la testera por un audio filtrado donde se refería a garabatos y términos groseros al embajador de ese momento de Argentina, Rafael Bielsa, tuvo la desfachatez de señalar en un medio español: “operó en mi contra un grupo de interés empecinado en hacerme la vida imposible”.
Hace unos días, nuevamente de manera vergonzosa, la cancillería encabezada por el lamentable Von Klaveren, le bajó el perfil al problema en el paso fronterizo del Hito 1 en límite con Argentina, con unos paneles solares ingresando 3 metros a nuestro territorio, cuyo hecho consideró la como un “error de buena fe”, ante lo que el embajador trasandino, muy por el contrario, hombre preparado y de carrera, ex embajador en París y ex canciller, Jorge Faurie quien en tono socarrón, calificó de “error material”, desestimando mover la infraestructura de paneles solares en lo inmediato por “razones climatológicas”. Lo que cabía hacer era resolver el canciller Von Klaveren con enérgica actitud, respaldado por el presidente, y no salir este último con lenguaje para la tribuna “o lo sacan ellos o lo haremos nosotros”. Son cuestiones básicas de diplomacia; afortunadamente el problema se zanjó a través de un reclamo formal por parte de Chile, aunque no en lo mejores términos, con un Boric visiblemente irritado, desconectado en la coordinación con la Armada chilena que alertó, mediante un oficio tres meses atrás. Tal vez pesa en el inconsciente un pensamiento común en esas colectividades izquierdistas chilenas de no necesitar banderas, como cuando Boric dijo que en la “Patagonia no hay fronteras”.
Dejémonos de ingenuidades, el aparente golpe a la mesa fue solo por la presión de diferentes sectores politicos ante este lamentable hecho, hasta el candidato presidencial Rodolfo Carter fue enfático en hacer sacar esa instalación, diciendo que “en caso de que la administración argentina no lo haga, debe hacerlo el gobierno de Chile, es lo que corresponde; con todos los actores sabiendo muy bien que están haciendo, esto es algo inadmisible”. Recordar que en diferentes administraciones de nuestros vecinos trasandinos han intentado instalar la idea de que el Estrecho de Magallanes es un espacio compartido, algo mañosamente divulgado y falto de verdad ya que está zanjado en el tratado de 1881. Ha recobrado importancia la zona como cordón bioceánico (paso entre el Océano Atlantico y el Pacífico) por estar actualmente con problemas de sequía el Canal de Panamá al norte del continente americano. Esto no está siendo abordado ni por cerca de manera adecuada por la cancillería chilena, y no viene solo desde este gobierno este problema.
Continuando con la desfachatez con que esta gente gobierna los destinos de Chile en estos dias, los nombramientos a embajadas son verdaderos premios entre los miembros de la pandilla del presidente, así pasó en su momento al poco andar del gobierno con la ex presidenta de la CUT y militante comunista Bárbara Figueroa, cuando la nombraron embajadora en Argentina, sin ninguna experiencia en ámbito diplomático, quien dejara el cargo inmediatamente privilegiando su colectivada en desmedro de los intereses de Chile, ante el llamado del partido totalitario para ordenar las cosas de la cúpula cuando falleció su líder, Guillermo Tellier. También el caso de Sebastián Depolo, el perdedor postulante al senado, conocido por decir que le “meterían inestabilidad al país” porque era necesario fue otro afortunado que “se ganó” una salida del país, en este cas a la embajada de Brasil, teniendo, otra vez, nula experiencia en este tipo de cargos.
El último y más reciente fue el episodio protagonizado por el militante de Convergencia Social, Javier Velasco, tan irreverente como falto de tino, haciendo y diciendo como un protegido más del grupo de amigotes de Boric. Rarificado en su puesto, causando un daño enorme para la diplomacia chilena en un país clave como España. Algunas voces como el ex canciller Roberto Ampuero, con un tono indulgente, se resta de condenar las faltas y graves errores cometidos por Velasco. No es primera vez que este último es llamado al orden, ya se le reconvino por divulgar en redes sociales en septiembre de 2022 una fotografía que mostraba los pies descalzos de su pareja sobre él dentro de un auto oficial y lo mantuvieron en el cargo. Donde sí podemos coincidir con Ampuero es en el interés estratégico del Frente Amplio que pasa por alto estos exabruptos, manteniendo uno de los suyos en España para estar cerca del influyente presidente de la Internacional Socialista, el mismísimo presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, algo que explicaría la vehemencia con que el sector de la socialdemocracia chilena reaccionó ante el nuevo escándalo de Velasco con el ofrecimiento de inversión española en defensa chilena, buscando removerlo o presionar para ese cambio; ni siquiera la derecha fue tan enfática en este hecho, teniendo que serlo, demostrando falta de articulación de acciones conjuntas de denuncia en estas materias.
Para ir terminando,¿Es ese nivel de personas que requiere Chile para ser representados en el exterior? Me niego rotundamente a aceptar como lugar de aprendizaje estas plataformas de alta importancia y exposición donde concurre gente de esta izquierda radical que no está preparada, carece de formación técnica, protocolar y donde su fracasada ideología los nubla en un quehacer profesional y en miras al interés nacional.